Cuando viajamos, uno de los placeres de estar de vacaciones es el poder comer fuera de casa y probar platos diferentes. A ser posible, cosas típicas de la zona que estamos visitando que se salen de lo normal respecto a lo que estamos acostumbrados a comer en nuestro día a día.

Pero cuando no conocemos la ciudad, es fácil acabar cayendo en los típicos bares para turistas que tienen muy poco de auténtico y que pueden resultar excesivamente caros en relación a la calidad que ofrecen. Para evitar engaños y frustraciones a la hora de disfrutar de una buena mesa, es bueno conocer algunos trucos para poder encontrar esos locales en los que comer una cocina típica auténtica o un menú del día a buen precio, no sea complicado.

Recurre a los consejos de otros viajeros

Internet es una gran fuente de información cuando viajas. En el caso de querer conocer los mejores bares y restaurantes puedes recurrir a páginas especializadas en las que los mismos internautas narran sus experiencias y nos cuentan qué han tomado, qué tal fue el servicio o el coste de los alimentos. En muchos casos, la información viene ilustrada con fotos de los platos o de las facturas, todo lo que necesitas antes de elegir.

Existen muchas páginas y hay que tener claro que no todas exigen que la persona que opina demuestre haber estado en el local, lo que puede dar lugar a opiniones falsas o pagadas por los propios establecimientos. Otras, por el contrario, proceden de usuarios que han realizado una reserva a través de la página y que, por tanto, pueden demostrar que han estado allí.

Cuantas más opiniones tenga un local más fácil será hacerse una idea acertada de si su servicio es más o menos bueno y de si merece la pena ir. Una forma acertada de juzgar es leyendo primero las malas críticas, ya que en muchos casos veremos que estas se deben a detalles como no disponer de un menú determinado o no estar abierto cuando fueron, cosas que tienen poco que ver con el servicio real del restaurante y con la calidad de su comida.

Cuando viajamos y recurrimos a estas páginas nos damos cuenta de lo importante que es para un local de hostelería la opinión de los consumidores y la imagen que se tiene de este en Internet.

Por eso, si tienes uno de estos locales, debes cuidar al máximo este tipo de detalles, para asegurarte la mejor imagen en las redes sociales, es muy recomendable que ofrezcas respuesta a las críticas, siempre con educación y argumentos concretos que ayuden a los usuarios.

Pregunta a la gente de la zona

Si no eres amante de las tecnologías o desconfías de las opiniones que la gente vierte en Internet, siempre te quedarán las redes sociales clásicas, es decir, el hablar con la gente de los barrios para que te den las mejores referencias. Si buscas un buen lugar donde comer puedes entrar a tomar un café en un lugar tranquilo y entablar conversación con el camarero para que te recomiende un lugar al que ir. O preguntar en cualquier tienda de barrio en la que entres a comprar algo.

Mucha gente evita preguntar en los hoteles, ya que es frecuente que estos sitios trabajen con locales de hostelería y te recomienden los que pertenecen a los mismos dueños o aquellos con los que tienen acuerdo para recomendarse. Esto, no obstante, suele pasar con más frecuencia en los establecimientos grandes, en los cuales suele haber un lugar para tarjetas o propagandas de bares y restaurantes. Si estás alojado en un hostal o en un hotel familiar, seguramente no haya ese problema y su consejo merezca la pena.

El lugar con grandes colas, suele ser el mejor

Seguro que más de una vez te ha pasado de llegar a un sitio en el que hay varios locales de hostelería y mientras unos están a rebosar, otros están prácticamente vacíos. Lógicamente, esto responde a una razón y no va a ser que a la gente le gusta esperar colas para comer o estar apretada mientras se toma una cerveza y un pincho. Normalmente, es porque en estos lugares hay una mejor atención, una cocina más sabrosa o incluso se dan tapas y pinchos gratis con las bebidas.

Por eso, un buen consejo es evitar los sitios que se encuentran vacíos, ya que pueden parecer muy tentadores cuando se tiene hambre y se quiere comer sin esperas, pues suele haber una buena razón para que no haya gente. A veces, vale la pena esperar un poco y disfrutar de una buena comida que sentarse rápidamente pero llevarse una desagradable sorpresa cuando el plato llega a la mesa.

¡Aplica nuestros trucos y disfruta de tus vacaciones!