Llega el verano, una estación en la que la mayoría quieren disfrutar de sus vacaciones, del sol y de la playa. Algo que resulta especialmente complicado para los que son propietarios de establecimientos de hostelería, ya que suelen tener mucho más trabajo precisamente cuando el resto están de vacaciones.

El problema viene cuando la persona que tiene un negocio tiene niños pequeños o mayores que tienen sus vacaciones en verano y con los que es fundamental pasar tiempo. En este caso, no podrás tomarte las vacaciones en invierno y hay que hacer auténticos malabarismos para disfrutar del verano sin desatender las obligaciones laborales.

Hay quién dice que la clave para llevarlo bien está en disfrutar con el trabajo, pero por mucho que nos guste lo que hacemos, todos necesitamos descansar de vez en cuando. Por eso, vamos a ver cómo es posible disfrutar del verano, el sol y la playa sin descuidar el negocio y las posibles ganancias estivales.

Un bar familiar

Entendemos por un bar familiar el negocio que solo tiene al frente al propietario. Es importante tener claros los objetivos que se pretenden alcanzar con el negocio y no dejarse llevar por el afán de ganar el máximo de dinero. Conseguir un equilibrio entre el trabajo y la vida familiar es lo más recomendable en estos casos.

Lo primero que hay que tener en cuenta es en dónde se tiene el bar. Si es en una ciudad que no es excesivamente turística o en un barrio no muy visitado, es posible que en el mes de agosto el flujo de gente sea menor. En estos casos, se puede pensar en cerrar unos días y tomarlos de vacaciones para disfrutar del verano al máximo, aunque solo sea una semana.

Si se trata de un bar situado en una zona de mucho tránsito durante el verano, el planteamiento tiene que se diferente. Es importante estudiar a qué horas puede hacer más clientes. Si el bar está en una zona de playa lo normal será que tenga gente durante todo el día mientras que si está en ciudad, la gente llegue al caer la tarde.

Así, se podrán organizar unos horarios adecuados. En el primer caso, el bar puede abrir a partir del mediodía para aprovechar la mañana para descansar, ir a la playa con la familia y disfrutar del verano. De este modo, se puede trabajar por la tarde atendiendo a la gente que va a la playa en las horas de más afluencia.

En el caso de un bar de ciudad, se puede abrir por la mañana y al caer la tarde, dejando la tarde libre para poder tener tiempo libre para descansar o divertirse.

Un bar con empleados

Es fácil pensar que un bar con empleados ofrece más tiempo libre, pero no suele ser así. A no ser que se trate de grandes espacios hosteleros con personas de su confianza para llevar el control de sus negocios. Los que tiene un bar y lo trabajan junto a sus empleados, saben lo importante que es la presencia del jefe para que todo vaya como es debido.

No es buena idea contratar a gente nueva para que trabajen durante el verano si no se piensa estar en el negocio, ya que no es posible saber si son personas de confianza y si van a realizar el trabajo del modo en que se les encomienda. En estos casos, no quedará más remedio que seguir trabajando y, tal vez, cerrar el establecimiento unos días cuando pasen los meses fuertes de afluencia, disfrutando de unas tardías vacaciones en septiembre.

En cualquier caso, si el establecimiento tiene horarios largos es evidente que no es posible estar todo el día controlando el trabajo. En casos en los que el propietario es también trabajador puede acudir en las horas de más trabajo para reforzar la plantilla. Esto le dará un margen para el descanso, pudiendo ir de vez en cuando a comprobar que todo transcurre con normalidad y llevar así un control de su negocio.

Pero si se tiene una persona de confianza con la que se trabaja durante todo el año sí es posible encargarle que se ocupe del local mientras el propietario está de vacaciones. También es posible dividirse los turnos para poder librar la mitad del día cada uno, sabiendo que siempre hay alguien de confianza al frente del negocio.

El tema del personal siempre es complicado, sobre todo si solo se va a contratar a gente durante el verano. Hay que tener en cuenta que los mejores profesionales suelen estar empleados durante todo el año y que la gente que trabaja en verano con frecuencia no son profesionales. Conseguir a gente con las mejores referencias siempre es una garantía, aunque no siempre es posible hacerlo.